domingo, 6 de marzo de 2011

Entre azul y buenas noches,



entre tu y yo,


entre una gota y la lluvia,


entre una hoja y el bosque,


entre puede y jamás,


entre el abandono y el frío,


entre un grano de arena y la roca


[inexpugnable]


entre tus susurros y mis gritos


que claman al cielo,


entre ayer y hoy,


entre hoy y mañana,


entre ayer y mañana,


entre tu y yo…


entre aquí y ningún lugar,


entre mis recodos y tu línea recta,


entre la chispa y el fuego,


entre mi final y tu principio,


entre mis noches y tus días,


entre mi piel (transparente) y tu coraza (impermeable),


entre las afueras de cualquier sitio y mis adentros,


entre el roce y la cicatriz,


entre un segundo (éste) y la eternidad,


entre tu vigilia y mi desvelo,


entre los tentáculos de mi tristeza y el esqueleto de tus abrazos,


entre el ADN del olvido y los extrarradios del Amor,


entre la periferia de tus intenciones y el corazón de mis dudas,


entre las cenizas de hoy (del fuego que fue) y las llamas que se avecinan,


entre el filo de tu presencia y el canto romo de mis ausencias,


entre la ingravidez de mi fe y el peso de tu desconsuelo,


entre los confines de mis deseos y la frontera de tus miedos,


entre el sótano que encierra mis vísceras y las almenas que custodian


las palabras rojas que quisiste regalarme…




Ahí

     [purgatorio de la incertidumbre]

                                                    viven nuestros besos sin carne,

                                                             nuestros abrazos de escarcha,

                                                             nuestro amor de espuma;




espuma extinta al acariciar la orilla en la que amanecen mis quimeras.

Eva